VIVIENDO EN LA FRONTERA
FrEE es el único grupo del universo hispano que defiende, voluntariamente, los derechos de los habitantes de Internet
Mercè Molist
Al principio, eran cuatro:
DA5ID, Marco 13, Anabomber y Oscar 999. Compartían el juego de la
identidad fingida (llamarse por sus apodos) y algunas nociones de la filosofía
"ciberpunk": "Las tecnologías tienen un uso diferente y más
radical que el que se puede hacer con el libro de instrucciones", explican.
Hace tres años, empezaron a publicar -"en papel cochambroso"- el
fancine sobre cibercultura "Global Drome", y, en 1997, de su experiencia
compartida nació Fronteras Electrónicas (FrEE), la única
asociación en España y Latinoamérica que lucha, como
ONG registrada, a favor de los derechos de los ciberciudadanos.
FrEE está aliada
con la Electronic Frontier Foundation (EFF) -la primera de este tipo, surgida
en julio de 1990 después de una legendaria redada de "hackers" en
Estados Unidos-, la Global Internet Liberty Campaign, la gente de Fitug
en Alemania, Cyber Rights & Cyber Liberties en Gran Bretaña,
XS4all en Holanda, la Strano Network en Italia y la poderosa Asociación
de Usuarios de Internet francesa -"muy activa, al contrario de la española,
que sólo sabe salir en la tele", se quejan.
Y es que, como cuentan:
"Nuestro gobierno pasa de Internet. ¡Y que dure! Estamos seguros
que todo se decidirá a nivel de Unión Europea, por eso nos
coordinamos con otros grupos". ¿Es FrEE un refugio de piratas informáticos?
"No nos interesan las máquinas ni queremos hacer gamberradas con
ellas. Tenemos más interés por el ciudadano normal, que tiene
los instrumentos y no sabe lo que tiene. Oficialmente, no hay "hackers"
entre nosotros, aunque estamos en contacto con ellos e intentamos dar un
golpe de mano".
Unas 25 personas de
todos los rincones del "estado español" -dicen ellos- componen el
núcleo duro de FrEE, y exactamente 420 están suscritas al
reputado boletín electrónico semanal "FrEE-Noticias". Entre
sus preocupaciones, las nuevas leyes para Internet que proponen los gobiernos,
la preservación de la privacidad, la criptografía, la denuncia
de los cíberabusos y la responsabilidad de mantener a la comunidad
informada. El pasado 16 de junio, recibían el reconocimiento institucional,
al ser invitados a presentar sus posturas ante la Comisión para
Internet del Senado.
Constantemente, discuten
nuevas campañas en el ciberespacio, a veces montan alguna fiesta
de estética postmoderna o se reunen en el bar -los que viven en
Barcelona-, después de haber visto "Caiga Quien Caiga". En su conversación,
saltan chispas sobre arte democrático, zonas autónomas en
el ciberespacio e identidades multiusuario. Seguidores del "post-ciberpunk",
donde se postulan la revisión y el distanciamiento irónicos
de la llamada cibercultura, confiesan que, últimamente, su querida
frontera electrónica ya no lo es tanto.
Fronteras Electrónicas
http://www.arnal.es/free
Global Drome
http://www.globaldrome.org