20:33 10/12/02
 

UN ANTROPÓLOGO SE ADENTRA EN EL UNIVERSO DEL CHAT

Joan Mayans escribe uno de los pocos libros sobre Internet donde el autor sabe de lo que habla

Mercè Molist
Empezó a moverse por el chat en 1995. Entonces, Joan Mayans i Planells estudiaba antropología en la Universitat de Barcelona y pronto se dio cuenta de las capacidades sociales de la herramienta, que ahora cuenta en su libro "Género chat. O cómo la etnografía puso un pie en el ciberespacio" (Ed. Gedisa). Avalado por los antropólogos Manuel Delgado y Artur Serra, este ibicenco de 28 años desvela las interioridades de una de las comunidades más grandes del ciberespacio: la de los "chateros" y "chateras".

"El chat es una enorme plaza donde conocidos y desconocidos corren deliberadamente el riesgo de encontrarse. Esto da como resultado un fantástico baile de máscaras, de personalidades teatralizadas, independientemente de que pretendan ser reales o falsas", explica Joan Mayans. Su libro es una sistematización de todo lo que puede encontrarse en esta "conversación sin principio ni fin" que es el chat: el "nick" o apodo como rostro, la ubicuidad de estar en diferentes canales a la vez, los emoticones como forma postmoderna de expresión, el uso de la letra "k" y el escribir mal adrede, o la figura del "operador".

Mayans, director del Observatorio de la Cibersociedad y ganador del premio Nadal Batle de la Universitat de les Illes Balears con otro trabajo, "Sota un silenci amb mil orelles. Perspectives socials sobre ciborgs i ciberespais", no se deja nada. Y es que han sido dos años de investigación intensa, entrevistas y asistencia a reuniones presenciales, las llamadas "kedadas": "Los chats son escenarios de y para dramas sociales. Los mundos virtuales no le pisan el terreno a la realidad porque no ocupan el mismo lugar, son una nueva forma de entender nuestra sociedad y a nosotros mismos, con la ayuda de los ordenadores", explica en el libro.

La mejor parte es su análisis antropológico de los "chateros" y "chateras": "La acción define al personaje, cuya edad y sexo son ficciones, con un componente lúdico esencial que remite a la adolescentización del adulto. El humor, el ingenio, la empatía y la fidelidad y presencia continuada en el canal son las características que forjan el carisma del personaje, en un constante juego de improvisación y humor, el flirteo que hay detrás de cualquier conversación con un desconocido, el misterio que se crea y se destruye".

Para Mayans, una de las singularidades del chat, que define como un género nuevo, ni totalmente escrito ni totalmente oral, es que "nos permite hablar con desconocidos sin riegos 'sociales': podemos empezar conversaciones y cerrarlas sin más problema, mostrarnos o escondernos según queramos, ser como creemos que somos o como queremos que crean que somos, dependiendo del momento y nuestro ánimo. En el chat no existe la obligación del mundo físico de comportarnos como se espera que lo hagamos. Es un flujo constante de conversación y compañía".
 

Joan Mayans
http://cibersociedad.rediris.es/mayans
 
 

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