Las tribulaciones de una usuaria de ADSL
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Cómo perder el tiempo, el dinero, la salud, Internet y el teléfono en una patera de la sociedad de la información


Se me pone aún la piel de gallina cuando recuerdo el día que decidí contratar una conexión ADSL con Ya.com.

Les llamé el 2 de abril de 2005. Me aseguraron que en quince días tendría la conexión. Pasaron los quince días y nada. Llamé otra vez. El teléfono de atención al cliente era un 902 y te tenían largo rato en espera. Empezó a olerme mal. Dijeron que a lo mejor tardaba 20 o 25 días. Esto es publicidad engañosa, les dije.

Paciencia. El 28 de abril, me mandan un correo electrónico para informarme de que ya tengo ADSL. Aún no he firmado ningún contrato ni jamás me lo pedirán. Rápidamente, me cobran el alta, justo cuando descubro que el resto de operadoras de ADSL están dando el alta gratuita. Mala suerte. La cuestión es que ya tengo ADSL.

Lo que no tengo aún son las llamadas gratuitas, que iban incluidas en la oferta. Llamo y rellamo al 902 preguntando por ellas y gastando un dinero en esperas. El 2 de junio, dos meses después de contratar el servicio, me informan de que ya tengo activadas las llamadas gratuitas. 

Coincidiendo con la supuesta (se verá más abajo) activación de las llamadas gratuitas, empiezo a quedarme intermitentemente sin línea: ni Internet, ni teléfono, ni ná.  Aquí está la relación de incidencias:

a)      El 27 de mayo, me quedo sin línea. Un técnico de Telefónica me devuelve la línea telefónica, pero no el ADSL, que debo pedir a Ya.com. Me informa de que la causa ha sido un problema del filtro de ADSL, que está mal configurado. El 29 de mayo, cuando tengo línea telefónica, llamo a Ya.com y les informo de que no tengo Internet y de lo que me ha dicho el técnico. Dicen que anotan la incidencia. El 31 de mayo, ante la no respuesta de Ya.com, vuelvo a llamar y me entero de que no habían anotado la incidencia. La anotan y me restablecen el servicio de ADSL el 2 de junio, afirmando que han arreglado el problema del filtro. Total:  7 días sin Internet.

b)      El 3 de junio me quedo otra vez sin línea, ni de voz ni de datos. En Ya.com dicen que no es problema suyo y que llame a Telefónica. Telefónica me devuelve línea y datos el día 4. Total: 2 días sin Internet.

d)     El 10 de junio vuelvo a quedarme sin línea de voz ni datos. Llamo directamente a Telefónica, al técnico de la otra vez, que me restablece la línea el día 13. Total:  4 días sin Internet.

e)      El 16 de junio vuelvo a quedarme sin línea. Telefónica me la restablece el 17. Días sin Internet: 2.

f)       El 22 de junio otra vez me quedo sin línea de voz ni datos. El 23, Telefónica me restablece la línea de voz y me asegura que el problema sólo puede ser de Ya.com, que han mirado todo lo que se podía mirar por su parte, siguiendo el procedimiento, y la línea telefónica está bien.  Para investigar más profundamente, en el filtro de ADSL, necesitan que Ya.com se lo pida.

        El mismo 23 de junio, llamo a Ya.com. Después de explicarle mi odisea, un técnico me dice que no es problema suyo, que es problema de Telefónica. Vuelvo a llamar a Telefónica y el operario dice que se rinde, que ha revisado la línea 3 veces y ha venido a mi casa unas cuantas más, mientras que no tiene constancia de que Ya.com me haya visitado ni se haya interesado por el problema. Tiene razón.

           El 27 de junio, seis días después de quedarme sin ADSL, vuelvo a tener línea de datos.

            Total: en un mes, he estado 21 días sin Internet y bastantes sin teléfono.


El 27 de junio estoy a punto del ataque de nervios. Me cuesta dormir y vivo obsesionada por cuándo volveré a quedarme sin comunicación con el exterior. Me siento como una pelota que se lanzan Ya.com y Teléfonica. Mi línea está secuestrada por un misterio sin solución. La uso para trabajar y el problema, por tanto, no es de no poderme bajar canciones con el p2p sinó de trabajo. Estoy agotada.

Finalmente, Telefónica se apiada de mí y me asigna una técnico que se saltará el procedimiento de esperar el permiso de Ya.com e investigará en mi filtro de ADSL.  En pocas horas soluciona el problema y no vuelvo a quedarme sin línea.

Recalco que el paso de contactar con Telefónica debería haberlo hecho Ya.com y no yo. Me cuesta entender cómo una empresa puede ponerse a vender servicio ADSL cuando no está en buenas relaciones con la empresa propietaria de la red por donde pasa este servicio (la excusa estándar de Ya.com es que Telefónica les boicotea).  Quien pierde aquí son los clientes que pagan por un castillo en el aire y, cuando hay problemas, descubren que la atención al cliente y la organización en Ya.com dan vergüenza ajena.

Aún hay más.

A pesar de tener puestos los microfiltros, se oye un molesto ruido de fondo cada vez que hablo por teléfono. Este problema representará dos meses de llamadas a Ya.com y nunca se solucionará. Me marearán con todo tipo de pruebas, que jamás vendrán a hacer "in situ" (nunca un operario de Ya.com ha pisado mi casa). Que enchufe el router al PTR, que  instale un "splitter", pagando yo el aparato y la instalación, etc. Finalmente, cuando ya me habré dado de baja de semejante compañía, descubriré la razón: el router de regalo era defectuoso.

No acaban aquí los despropósitos.

En julio, recibo la factura de Telefónica correspondiente a junio y julio, periodo en el que supuestamente tenía las llamadas gratuitas. Pues no.  Ya.com me envía una carta donde dice que ha cometido un error. Que les mande la factura y me devolverán el importe. Las molestias (fotocopiar la factura, comprar un sobre, un sello) ¿quién me las abona?

A estas alturas, el solo nombre de Ya.com me provoca mareos, dolores de estómago y ansiedad. El 21 de julio mando un burofax pidiendo la baja de Ya.com. Más molestias y más dinero (ir a correos, hacer cola, pagar 8 euros por el burofax). Lo del burofax me lo recomienda un amigo. Dice que ha habido casos en los que se ha mandado un carta certificada para darse de baja y la empresa dice que la carta estaba vacía. Me siento como si estuviese tratando con delincuentes.

En la carta, les pido que me devuelvan el dinero del alta, puesto que he estado sólo tres meses con Ya.com y todo han sido problemas. El 8 de agosto me informan de que sí, me abonarán el alta. Menos mal.

El 28 de agosto, más de un mes después de haberlo pedido, tienen a bien "aceptar mi baja" (expresión prepotente donde las haya) y liberar mi maltrecha línea.

En  diez años en la red, tratando con todo tipo de proveedores de acceso, nunca jamás me había topado con tal despropósito de empresa, de servicio de atención al cliente y de técnicos (sólo consigues que te pasen con ellos después de estar diez minutos profiriendo expresiones iracundas).

Si mi trabajo no dependiese de Internet, juro que después de eso me doy de baja de la Internet entera. Entiendo ahora que en España la gente no se conecte: les matan la motivación.

Veo a los proveedores de ADSL como esos empresarios sin escrúpulos que montan las pateras en que viajan los inmigrantes hacia el sur de España y las Canarias. Barcas llenas muy por encima de lo que soportan, cobrando cantidades astronómicas a los viajeros y sin tomar ninguna responsabilidad por los que enferman, los deshidratados, los que pierden la vida. Pateras hacia Internet sin ninguna garantía.



Copyright 2005 Mercè Molist.
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